¿Quién es buen candidato para un implante dental?
No existe un solo tipo «perfecto» de paciente con implantes dentales, pero todos los que reciben implantes dentales deben tener al menos estas tres cualidades.
Fuerte densidad ósea
Obtener implantes no se trata solo de tus dientes se trata del hueso de la mandíbula subyacente y su capacidad para mantener los implantes en su lugar. Los implantes solo se pueden colocar si el hueso de la mandíbula es lo suficientemente denso para sostener y fusionarse con el tornillo del implante de titanio. Si actualmente no tienes suficiente densidad ósea, es posible que tengas la opción de someterse a un injerto óseo para que vuelva a crecer suficiente hueso para colocar los implantes dentales.
Encías saludables
Si tienes las encías enfermas o muestras signos de enfermedad periodontal, es posible que no seas un bien candidato para el procedimiento de implante, al menos de momento. Puedes esperar y someterte a un tratamiento de raspado y alisado de raíces o terapia de encías con láser para mejorar la salud de tus encías y hacer que los implantes sean una opción viable.
Salud general
Hay otros factores de salud que podrían evitar que te coloquen implantes dental. Ciertos factores de riesgo impiden que los pacientes reciban implantes porque es demasiado peligroso o probablemente fallarán. Los fumadores empedernidos, las mujeres embarazadas, los niños, las personas con enfermedades crónicas y las personas que toman esteroides pueden no ser candidatos para implantes.
Los me jores consejos para el cuidado de implantes dentales
Los implantes dentales no son dientes reales, por lo que no son vulnerables a las caries. ¡Pero esto no significa que puedas tirar tu cepillo de dientes!
Los implantes dentales pueden estar tan sanos como el tejido de las encías que los rodea. Si no te cepillas los dientes ni usas hilo dental, las bacterias se acumularán, infectarán las encías y dañarán tus implantes. Esto se llama periimplantitis y puede resultar en la pérdida del hueso que sostiene el implante. Si no se trata y se resuelve rápidamente, el implante fallará.
En general, el cuidado de los implantes dentales puede ser sencillo y eficaz si sigues estos consejos:
Cepilla y usa hilo dental regularmente para eliminar las bacterias
Usa un enjuague bucal antimicrobiano para llegar a todas las áreas de su boca
Prueba los cepillos interdentales para eliminar la placa de ambos lados de cada implante
Tenemos los mejores tratamientos para que luzcas una sonrisa perfecta.
Las tres partes de un implante dental
Un implante dental es un diente artificial diseñado para verse exactamente como un diente natural que encaja perfectamente en su boca. Está compuesto por tres piezas individuales que encajan entre sí: el tornillo, el pilar y la corona.
El implante en sí es un tornillo de titanio que se coloca profundamente en el tejido de las encías. En el transcurso de unas pocas semanas, se fusiona permanentemente con la mandíbula para reemplazar las raíces de los dientes faltantes. Esta estimulación también sostiene el hueso de la mandíbula y refuerza una base sólida para la mitad inferior del implante.
Un pilar se coloca en el tornillo de titanio para conectar el tornillo y su corona hecha a medida. Dado que la corona del implante es la parte que se ve y se siente, se personaliza para recrear la apariencia y función de un diente real.
Los beneficios más importantes de los implantes dentales
Los implantes dentales se consideran el mejor tratamientos para el reemplazo de dientes por una buena razón: transforman vidas. El uso de implantes dentales tiene muchos beneficios, incluidos estos tres.
Comer y hablar normalmente
Incluso un solo diente perdido puede afectar la pronunciación y la masticación. Los implantes funcionan como dientes reales para que puedas masticar y hablar sin dudarlo. Dado que están fusionados de manera firme y permanente con el hueso de la mandíbula, los implantes dentales nunca se mueven ni se deslizan. Puedes confiar en ellos como en los dientes naturales para masticar un bistec o cantar tu canción preferida.
Protegen los huesos y los dientes sanos de la mandíbula
Reemplazar los dientes perdidos es importante por razones más que estéticas y funcionales. Cada diente en tu boca juega el papel importante de estimular y fortalecer el hueso subyacente. Cuando pierdes un diente, pierdes la capacidad de proteger el hueso sano en esa área.
Los implantes dentales pueden reemplazar el sistema radicular del diente para continuar estimulando la mandíbula. Restauran el soporte que necesita la mandíbula, estimulan un mayor crecimiento óseo y previenen la pérdida ósea futura. Esta es la única forma de prevenir la pérdida ósea con el tiempo.
Sonríes con confianza
El problema más obvio creado por la pérdida de dientes es una sonrisa incompleta. Ya sea que pierdas los dientes frontales o el molar inferior, te sentirás cohibido al sonreír y hablar con los demás. Afortunadamente, los implantes reemplazan los dientes faltantes para crear una sonrisa completa.
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